Los momentos difíciles pueden ser confusos y hasta abrumadores para los niños. Su capacidad para procesar información es distinta a la de los adultos, ya que están en pleno desarrollo cognitivo y emocional. Por lo tanto, al no tener aún las herramientas para entender completamente las causas y consecuencias de las cosas, los niños pueden interpretar situaciones de manera distorsionada, lo que puede generar sensaciones de miedo e inseguridad.
Los niños tienden a interpretar el lenguaje y los eventos de manera literal, esto significa que cualquier comentario o situación que no esté bien explicada puede ser mal entendida. Por ejemplo, si escuchan hablar de una “situación peligrosa”, pueden pensar que su seguridad está en riesgo, incluso si no es así. Además, suelen ver el mundo desde una perspectiva centrada en sí mismos, entonces puede ser común que piensen que ellos han hecho algo malo o que son responsables. Dado que los niños todavía no desarrollan completamente el pensamiento abstracto, los conceptos como la “probabilidad” o los “riesgos” pueden ser confusos para ellos.
Ser conscientes de cómo los niños procesan y asimilan los eventos difíciles nos permite ofrecerles el apoyo adecuado y reducir el impacto emocional que pueden experimentar, a continuación os damos algunos consejos para ayudarles a entender y enfrentar momentos difíciles:
1. Escucha activa
Es fundamental ofrecer a los niños un espacio seguro para que expresen sus miedos y preocupaciones sin sentirse juzgados. Escuchar activamente significa darles toda tu atención, sin interrumpir, y mostrándoles que sus sentimientos son válidos.
Ejemplo: Si un niño está preocupado por algo que ha escuchado, podrías sentarte a su altura, mirarlo a los ojos y decir: ¿Te gustaría contarme cómo te sientes o qué piensas sobre lo que ha pasado? Es importantes que escuches y respondas con frases que reflejen comprensión, como por ejemplo: entiendo que te sientas así.
2. Información Adecuada
Explicar lo que ha pasado de manera simple y veraz ayuda a los niños a entender la realidad sin crearles miedo innecesario. Los detalles deben ser claros y adaptados a su nivel de comprensión.
Ejemplo: Si una niña pregunta sobre una inundación, puedes decirle algo como: “Hubo mucha lluvia, y el agua subió más de lo normal. A veces pasa, pero ya están trabajando para que todo vuelva a estar bien. Lo más importante es que estamos a salvo y que estoy contigo.
3. Reafirma su seguridad
Los niños necesitan saber que, a pesar de la situación, están protegidos y cuidados. Reafirmar su seguridad les da confianza y reduce la ansiedad.
Ejemplo: Si el niño ha pasado por una situación estresante, dile: Es normal que te sientas un poco nervioso ahora, pero estás rodeado de personas que te cuidan y quieren lo mejor para ti.
4. Expresión emocional
Los niños a menudo encuentran difícil poner en palabras lo que sienten, por lo que actividades como el dibujo o el juego pueden ayudarles a expresar sus emociones de una manera más cómoda.
Ejemplo: En nuestra app Kokoro Kids podéis encontrar juegos de emociones que les ayudarán a poner nombre a qué sienten y a cómo se sienten.
5. Mantén Rutinas
Las rutinas diarias dan un sentido de estabilidad muy importante durante los momentos de incertidumbre. Intentar mantener los horarios de comidas, juegos y descanso puede ayudar a los niños a sentirse seguros.
Ejemplo: Aunque estés pasando por una situación difícil, procura mantener algunas rutinas. Explícale que algunas cosas pueden cambiar, pero que otras, como esos momentos juntos, siempre estarán ahí.
6. Controla la exposición a noticias
Los niños pueden malinterpretar o angustiarse ante imágenes o noticias difíciles de procesar. Limita el acceso a medios de comunicación y monitorea lo que están viendo para evitar que se sientan sobreexpuestos.
Ejemplo: Si la situación que están viviendo es un desastre natural, intenta limitar las imágenes y los comentarios sobre el tema en casa, cuéntales solo lo que necesitan saber y ofrece detalles con calma.
7. Sé un ejemplo de calma
Los niños captan mucho de las reacciones emocionales de los adultos. Mantener la calma y actuar con tranquilidad les da un ejemplo a seguir y los ayuda a manejar sus emociones de forma equilibrada.
Ejemplo: Si estás nervioso o triste, explícale a tu hijo que es normal sentirse así, pero también enséñales cómo respiras profundo o hablas de ello.
8. Participa en acciones positivas
Involucrar a los niños en actividades de ayuda a los demás les da un sentido de propósito y les ayuda a ver que pueden hacer algo bueno por el mundo.
Ejemplo: Si la familia o la comunidad ha pasado por un momento complicado, puedes proponer que ayuden a juntar juguetes o ropa para donar. Explícale que, aunque todos estemos pasando por algo difícil, siempre podemos hacer algo para ayudar a otros.
Guiar a los niños en momentos difíciles no siempre es fácil, pero con empatía y estrategias prácticas podemos ayudarlos a entender lo que está pasando y a enfrentar sus emociones. Promover un ambiente de seguridad y confianza es esencial para que los niños sientan que pueden superar cualquier situación, y al utilizar estas herramientas, estamos creando una base sólida de resiliencia y autoconfianza que les acompañará en el futuro.