22 cosas más bien raras que hacen los niños y nosotros también hicimos en su día

A veces –bueno, a menudo –, nuestros hijos hacen cosas que no entendemos. Cosas que, por otra parte, nosotros también hicimos en su momento. Tal vez ahora nos creamos muy civilizados, pero no siempre fue así, nosotros también jugábamos con barro, saltábamos por los charcos como potrillos salvajes, y pintábamos las paredes creyéndonos Miguel Ángel con la Capilla Sixtina.

Es por esto que hemos confeccionado una maravillosa lista con todas aquellas cosas raras que hacen nuestros hijos y que ahora te parecen una locura pero tú también hiciste.

Cosas raras que hacen nuestros hijos y nosotros también hicimos

1. Pintar las paredes

Sabemos que es un tema delicado; ¡pero no es nada que no se pueda evitar con un poco de pintura de pizarra!

2. Mezclar ingredientes sin sentido

Kétchup, azúcar, arroz crudo, ColaCao, agua, todas las especias que encuentren por la cocina, y no muchas cosas bonitas. A ver, es normal, nos ven cocinar, y nos copian (pero mal).

Te recomendamos que pruebes a hacer esta receta de plastilina casera; así podrán ejercitar sus habilidades motores finas mientras juegan a Master Chef Junior.

3. Levantarse a las 7 de la mañana los fines de semana

Cuando sean mayores, comprenderán las maravillas dormir hasta tarde las pocas veces que se puede. Pero de momento prefieren ver los dibujos antes de que salga el sol. y también despertarte, porque, claro, el desayuno. Mucho mezclar lentejas con ColaCao y kétchup, pero poco hacerse el desayuno.

4. Reírse cuando parece que alguien se ha hecho daño

Si no sabes cómo hacer que tu hijo/a se ría, date un golpe con algo, es desternillante, al parecer. Es verdad que a veces los adultos también nos reímos con estas cosas; si no, no habría millones de vídeos en YouTube al respecto.

5. Lamer objetos al azar

En serio, una vez pillé a mi hija lamiendo el colchón. También se han visto niños lamiendo el carrito del supermercado, mesas, boles, paredes…

6. Dormir en posiciones dignas del Circo del Sol

Como, por ejemplo, de pie. O sentados en la mesa. Ay… ¿no echas de menos poder dormirte en cualquier sitio siempre que la situación no fuera suficientemente divertida? Nosotros sí.

7. Hacer ruidos extraños con la boca

¿Eso ha sido un pedo? Ah no, jaja, fue el bebé, que hace beatbox.

8. Tener un novio nuevo a diario

¿No es adorable? Cuando eres peque, las relaciones vienen y se van con facilidad y cero dolor.

– Entonces, ¿qué tal con tu novio Pablo?

– ¿Pablo? Por favor, mamá, Pablo es taaaaan hace dos días…

9. “Customizar” muñecos

Duele ver cómo tu hijo/a le corta el pelo a su muñeco –la mayoría de veces sin ser conscientes de que no va a volver a crecer –. O cómo usan bolis a modo de maquillaje. Y vete tú a saber qué otras cosas horribles sufren esos muñecos.

10. Morderse las uñas de los pies

Te juramos que hemos visto esto, de verdad. 10 en flexibilidad, 0 en higiene.

11. Mearse de la risa con las palabrotas

Palabrotas que, muchas veces, ni siquiera son palabrotas. Decir “culo” junto a un niño puede causar muerte por desternillamiento.

12. Tener un amigo imaginario

Solemos olvidar esto, pero nosotros también parecíamos los protas de una peli de terror cuando hablábamos al aire de cara a la pared.

13. Preguntar continuamente “por qué”

Su curiosidad no mató al gato, nos mató a nosotros, softly, with his “why”.

14. Comer de maneras poco convencionales

Como torturando alimentos con forma humana o animal (los Papá Noeles de chocolate, por ejemplo) comiéndoselos extremidad a extremidad.

Parémonos también a analizar todo el temita del “abre la boca que viene el avióooon”, porque es bastante macabro. ¿Quién en su sano juicio se comería un avión lleno de gente. O sea, el brócoli no, pero si les dices que es un avión comercial, ancha es Castilla.

15. Saltar en los charcos

19. Caminar siguiendo patrones

El clásico de solo pisar las baldosas oscuras, o las rayas blancas del paso de cebra.

20. Quitarse la ropa constantemente

Algo de lo que ya hemos hablado, ¡aquí puedes leer al respecto!

21. Intentar caber en casas y coches de juguete

Pero es que, a ver, ¿quién no querría vivir en una casa de muñecas? Son preciosas.

22. Coleccionar cosas que nadie coleccionaría

Como minas de lápiz, todos hemos hecho eso. Y presumíamos de nuestra impresionante colección entre nuestros compañeros de clase. Ni El Prado.


Y estas son todas las cosas raras que nuestros peques hacen y nosotros también hacíamos cuando teníamos su edad. Sería genial que compartieras con nosotros los momentos más “pero qué narices…” que hayáis tenido con vuestros peques! Puedes contárnoslo en los comentarios del post, o en nuestra página de Facebook.

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