La resiliencia es una de las power skills más importantes que existen para la vida.
Pero… ¿Sabemos realmente qué es? Vamos a empezar con una definición.
La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas, superar obstáculos, aprender de las experiencias difíciles y crecer a partir de ellas.
Ser una persona resiliente implica desarrollar habilidades emocionales, cognitivas y conductuales que permitan afrontar los desafíos de la vida de manera efectiva.
La resiliencia no es una habilidad innata, es decir, se puede adquirir aunque parezca algo imposible.
¿Cómo puedo ser una persona resiliente?
Acepta la realidad:
Reconoce y acepta las situaciones difíciles que estás enfrentando. Cultiva una actitud optimista y busca el lado positivo incluso en las situaciones más difíciles, esto te ayudará a mantener la esperanza y la motivación.
Maneja el estrés:
Aprende técnicas de manejo del estrés como la respiración profunda, la meditación o el ejercicio físico.
Establece metas realistas:
Establece metas alcanzables y divide grandes desafíos en pasos más pequeños y manejables. Esto te permitirá avanzar gradualmente hacia tus objetivos, incluso cuando enfrentes dificultades. Aprende a analizar los problemas de manera objetiva y a buscar soluciones prácticas. Enfrentar los desafíos de manera proactiva te ayudará a sentirte más empoderado y capaz de superarlos.
Fomenta la autodisciplina:
Desarrolla la capacidad de mantenerte enfocado en tus metas a pesar de las distracciones y los obstáculos. La autodisciplina te ayudará a perseverar incluso cuando enfrentes contratiempos.
Cuida de ti mismo:
Prioriza tu bienestar físico, emocional y mental. Asegúrate de descansar lo suficiente, comer de manera saludable, hacer ejercicio regularmente y dedicar tiempo a actividades que te relajen y te traigan alegría.
Convertirse en una persona resiliente implica un proceso continuo de desarrollo personal. Aquí os dejamos una infografía con los aspectos necesarios para ser una persona resiliente:
