Claves y estrategias para aprender a lidiar con ella
¿Cuántas veces te has sentido frustrado a lo largo de tu vida? Seguramente muchas, la frustración es una emoción que nos acompaña desde la infancia. Sentirnos frustrados cuando algo no nos sale como queremos, es normal. Aún así, aprender a lidiar con esta emoción de manera efectiva es crucial para poder vivir una vida plena y feliz. En este blog os explicaremos qué es la frustración y os daremos las claves y estrategias para aprender a lidiar con ella.
¿Qué es la frustración? Te lo explicamos:
La frustración es una respuesta emocional a situaciones donde los deseos o expectativas de una persona no se cumplen. En los niños, puede surgir por diversas razones, como por ejemplo no poder acabar una actividad, no conseguir lo que quieren o enfrentar restricciones y límites. ¡Pero ojo! Es una emoción normal y una parte inevitable del desarrollo infantil. Abordar la frustración de manera efectiva es esencial porque:
- Ayuda a los niños a entender y gestionar sus emociones.
- Los enseña a superar obstáculos y a adaptarse a diferentes situaciones.
- Mejora la comunicación y las habilidades para resolver conflictos.
- Fomenta la perseverancia y la resolución de problemas.
Pero… ¿Por qué sentimos frustración?
La frustración surge principalmente porque tenemos expectativas y deseos que no se cumplen. Cuando nos encontramos con barreras que impiden nuestro progreso, nuestras emociones responden de manera negativa. Esta reacción puede estar influenciada por varios factores:
- Tener expectativas altas o poco realistas puede aumentar la probabilidad de sentirse frustrado. Los niños, al igual que los adultos, pueden sentirse frustrados si se fijan metas que están fuera de su alcance inmediato.
- Sentir que no tenemos el control sobre una situación puede intensificar la frustración. Los niños pueden sentirse impotentes en situaciones donde las decisiones son tomadas por los adultos o cuando enfrentan circunstancias imprevistas.
- Las personas que buscan la perfección a menudo se sienten frustradas cuando las cosas no salen exactamente como planeado.
- Compararse constantemente con los demás puede generar sentimientos de insuficiencia y frustración.
Evidentemente, hay muchos más factores a tener en cuenta a la hora de hablar de frustración, a continuación os vamos a explicar las claves y estrategias para lidiar con la frustración.
Estrategias para lidiar con la frustración en la infancia
1. Valida sus emociones
Es fundamental que los niños se sientan escuchados y comprendidos. Cuando un niño está frustrado, valida sus emociones diciendo cosas como: «Veo que estás muy frustrado porque no puedes acabar el puzle, es normal sentirse así cuando algo es difícil.»
Para poder ponerle nombre a lo que sentimos, es esencial saber identificar lo que nos pasa. Ser inteligentes emocionalmente es algo complicado en la infancia, pero en nuestra app Kokoro Kids encontrarás un montón de juegos y actividades que harán que aprender a conocerlas sea un proceso divertido. Además, contamos con un diario de emociones que es clave para averiguar el estado de ánimo de los peques.
2. Enseña técnicas de respiración
La respiración profunda puede ayudar a calmar a los niños cuando se sienten frustrados. Te dejamos un vídeo que puedes utilizar como guía.
3. Sé un ejemplo
Los niños aprenden observando a los adultos. Enséñales a gestionar la frustración de manera saludable. Por ejemplo, si te sientes frustrado, verbaliza tus sentimientos y enséñales cómo te calmas: «Estoy un poco frustrado porque no encuentro mis llaves. Voy a respirar profundamente y seguir buscando con calma.»
4. Fomenta la resolución de problemas
Ayuda a los niños a desarrollar habilidades para resolver problemas. Cuando se enfrenten a un obstáculo, anímales a pensar en posibles soluciones. Pregunta: «¿Qué crees que podrías hacer de manera diferente?» o «¿Cómo podrías pedir ayuda?»
5. Ofrece oportunidades para el éxito
Proporciona actividades y tareas que sean desafiantes pero alcanzables. El éxito en estas actividades puede aumentar su confianza y reducir la frustración en futuras tareas más difíciles.
En nuestra app Kokoro Kids utilizamos la inteligencia artificial para adaptarnos al ritmo de aprendizaje de cada niño, atendiendo a todas sus características y necesidades individuales. Los juegos se adaptan al nivel y ofrecen un nivel de dificultad alcanzable para los niños, esto motiva su interés y motivación por seguir aprendiendo.
6. Establece rutinas
Las rutinas y estructuras claras pueden ayudar a reducir la frustración al proporcionar previsibilidad. Saber qué esperar puede hacer que los niños se sientan más seguros y menos frustrados.
Te dejamos unos consejos para establecer rutinas:
-Utiliza calendarios, gráficos o tablas visuales para mostrar la rutina diaria. Puedes incluir imágenes o dibujos para cada actividad.Los niños pueden ver lo que viene a continuación, lo que les da una sensación de control y previsibilidad.
-Permite que los niños participen en la creación de su horario, pregunta qué actividades les gustaría incluir y en qué orden.
-Utiliza alarmas, temporizadores o recordatorios verbales para indicar los cambios de actividad ya que los recordatorios ayudan a los niños a prepararse mentalmente para la transición a la siguiente actividad.
-Incorpora juegos, canciones o actividades divertidas dentro de la rutina diaria. En nuestra app Kokoro Kids contamos con la función de límite de tiempo, esto permite a los niños hacerse una idea de cuánto tiempo les queda y no frustrarse a la hora de terminar.
En conclusión, la frustración en la infancia es una emoción común que puede surgir por diversas razones, comprender estas causas y aplicar estrategias específicas puede ayudar a los niños a manejar la frustración de manera efectiva, desarrollando habilidades emocionales y sociales esenciales para su bienestar y éxito futuro. Al proporcionar apoyo, orientación y un entorno seguro, podemos ayudar a los niños a enfrentar los desafíos con resiliencia y confianza. Si te ha interesado este blog, te animamos a que le eches un vistazo a nuestros blogs sobre inteligencia emocional y gestión de las emociones en la infancia.