El ritmo frenético de nuestras vidas a veces no nos deja parar y pensar en cómo nos sentimos. Vivimos en piloto automático, sin pensar en por qué nos sentimos como nos sentimos. Muchas veces, el origen de nuestro malestar está en nosotros mismos, en nuestra autoestima.
En este espacio encontrarás información sobre qué es, cuándo se forja y algunos consejos que te ayudarán a sanar tu relación contigo misma.
- ¿Qué es la autoestima?
- Origen: Cuándo y por qué se forja.
- Consejos prácticos para sanar tu relación contigo misma
Definición:
Seguro que has escuchado la palabra más de una vez pero…¿Realmente sabes qué es?
La autoestima es la percepción y valoración que tenemos de nosotros mismos.
Se basa en los sentimientos, creencias, y pensamientos que se han ido construyendo y estableciendo a lo largo de nuestra vida sobre nuestras habilidades y valía.
En definitiva, la autoestima es la valoración subjetiva y global que una persona tiene de sí misma.
Origen:
La autoestima se empieza a formar en la infancia y adolescencia. Dos etapas cruciales porque se establecen las primeras impresiones sobre uno mismo y el entorno. Pero, a medida que crecemos, continuamos acumulando experiencias que moldean nuestro autoconcepto y autoevaluación, como por ejemplo:
- Las relaciones personales
- Los logros académicos y profesionales
- Los desafíos superados y las dificultades enfrentadas
Todo contribuye a la forma en que una persona se ve a sí misma y se valora.
¡OJO! La autoestima es dinámica y va cambiando a lo largo de la vida, con trabajo personal, es posible mejorar nuestra autoestima.
En resumen, la autoestima se forja a lo largo de la vida a través de una combinación de experiencias, interacciones sociales, logros y desafíos. Es fundamental para el bienestar emocional y el desarrollo personal, ya que influye en la forma en que nos vemos a nosotros mismos y en cómo enfrentamos los desafíos de la vida.
Mejorar la autoestima es un proceso gradual y que lleva tiempo. Lo más importante: sé amable contigo mismo y sé paciente mientras trabajas en fortalecer tu autoestima.
¿No sabes cómo hacerlo? Que no cunda el pánico, te dejamos algunos consejos para que puedas cultivar una autoestima mucho más saludable:
1.RECONOCE TUS PUNTOS FUERTES:
Coge libreta y boli, y tómate tu tiempo para identificar tus habilidades, talentos y logros.
Reconoce tus cualidades positivas y enfócate en ellas, escríbelas en forma de lista y luego reflexiona sobre aquellas habilidades que te gustaría adquirir: ¿Cuál es el camino para conseguirlas?
2.PRACTICA LA COMPASIÓN:
Reflexiona sobre tu diálogo interno: ¿Cómo te hablas a ti misma?
Identifica las situaciones en las que te hablas mal y piensa el porqué.
TIP: Cuando te veas en una situación difícil hablándote con reproches y de manera hostil piensa: Si una amiga estuviera en mi misma situación…¿Qué le diría? ¡Seguro que le hablarías con mucha más amabilidad, empatía y compasión!
Acepta tus imperfecciones y errores, y recuerda que nadie es perfecto.
3.ESTABLECE LÍMITES SALUDABLES:
Aprende a decir NO a situaciones y personas que te hacen sentir mal.
Prioriza tu bienestar emocional y establece límites claros en tus relaciones. No es fácil, sobre todo cuando la gente que te rodea está acostumbrada a llevarte a su terreno, pero con trabajo todo es posible.
Puedes apuntar todas aquellas situaciones o cosas que te hacen sentir mal y que por compromiso o por no saber decir que no las acabas haciendo, busca una respuesta asertiva para cada situación.
Por ejemplo:
4.EVITA LA COMPARACIÓN CON LOS DEMÁS:
En lugar de compararte constantemente con los demás, concéntrate en tu propio crecimiento y desarrollo personal. Celebra tus logros y avances, sin importar los de los demás.
5.PRACTICA EL AUTOCUIDADO:
Dedica tiempo a cuidar tu cuerpo, mente y espíritu. Por ejemplo: haz ejercicio regularmente, come saludable, duerme lo suficiente y dedica tiempo a actividades que disfrutes y te relajen, como por ejemplo:
Recuerda que el autocuidado es único para cada persona, adáptalo a tus necesidades y gustos. Lo importante es dedicar tiempo a atender tus necesidades físicas, mentales y emocionales.
Al cuidar tu autoestima, estarás fortaleciendo tu confianza en ti mismo y tu capacidad para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y determinación.
En definitiva: Tu eres tu lugar seguro, cuídate, valórate y quiérete.